Ya sabéis que cuando hablamos de marca, nos referimos a una organización que no sólo vende algo, sino que además significa algo para las personas a las que sirve.
Hagamos un flashback por las distintas eras por las que han pasado las marcas:
Todo comenzó con la marca del ganado para definir propiedad.
En la revolución industrial, marcas como Kellogg's se aplicaron a productos como garantía de calidad. Posteriormente, con la revolución de los medios de comunicación, la publicidad se convirtió en la forma de otorgarle al producto de una carga emocional y de mejorar la imagen de las personas sobre este y la compañía. Piensa por ejemplo en Coca-Cola.
Surgieron después las corporaciones globales, Apple o Virgin son representaciones claras de esta era, en la que las marcas fueron capaces de crear un sentido de pertenencia y lealtad.
Los últimos veinte años han estado gobernados por las plataformas, marcas como Airbnb o Google, nos han permitido hacer cosas que antes no podíamos.
Y ahora estamos viendo un nuevo tipo de marca. Las marcas conscientes.
Marcas responsables y receptivas
No estamos hablando de RSC (Responsabilidad Social Corporativa), ni de corporaciones que ejercen su poder para apoyar una u otra causa.
Hablamos de seres éticos.
Estamos hablando de organizaciones con un fuerte sentido de la responsabilidad. Organizaciones que ayudan a su gente a crecer, que no venden a los consumidores, sino que los convocan, que buscan suplir el individualismo por un sentido de solidaridad. En muchos casos, su objetivo no será estimular el consumo, sino reducirlo. Marcas que en lugar de permitirnos hacer algo, nos permitirán cambiar algo.
Pero una marca consciente, no sólo es responsable, también es receptiva.
Las marcas conscientes están vivas, despiertas y se adaptan de forma instantánea a las necesidades y estados de ánimos de sus clientes y empleados. Son emocionalmente inteligentes, orgánicas, toscas e inacabadas, porque están en constante transformación. Son empresas con un espíritu orgánico, en lugar de con un propósito artificial.
Las marcas conscientes, no son más que un lugar para compartir conocimiento y aprender juntos.
Hay muchas marcas que aspiran a ser más responsables. Uber por ejemplo ha reconocido que ser una marca puramente agnóstica no es sostenible y ha lanzado campañas para tratar temas como la contaminación en el aire o la seguridad de los pasajeros. Wikipedia, nos muestra el potencial del aprendizaje colectivo, pero a día de hoy son pocas las marcas que han adoptado una visión más humilde, menos corporativa y más receptiva.
¿Cuál será la primera marca plenamente consciente?
El futuro de las marcas
En Se ha ido ya mamá, creemos que el futuro de las marcas pasa por tres vertientes:
- Las marcas receptivas con una capacidad de escucha real serán las que consigan atraer a las personas.
- Las marcas responsables serán aquellas a las que la sociedad de permiso para operar.
- Y las marcas conscientes, las que combinen ambos factores, serán las que generen mayor valor comercial y social. Este tipo de organizaciones minimizará el riesgo de rechazo y maximizará las oportunidades de innovación y crecimiento.
A lo largo de la historia, las pandemias han sido un momento de cambio. Citando a la autora Arundhati Roy “está pandemia debería ser un portal hacia una forma mejor de hacer las cosas”.
Ahora es el momento de atravesar ese portal. Si eres una marca, no esperes a que el futuro llegue, créalo.
Si tu organización quiere trabajar con nosotros para resolver alguno de estos problemas, puedes ponerte en contacto con nosotros en info@sehaidoyamama.com
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