Todo proyecto está continuamente naciendo y de tanto en tanto necesita ser mirado con ojos frescos. En este artículo te proponemos introducir un poco de juego y azar para liberarte de prejuicios.
Ya hablamos anteriormente de cómo evitar cocerte en tu propio Avecrem, ese caldito conocido y reconfortante pero que un día de pronto ya no nos parece tan rico. Y es que a veces hay algo interno o externo que viene a cuestionar la infalibilidad del guiso. ¿Un remoto anhelo de guindilla? ¿El olor de la sopa del vecino en la que se adivinan gustos exóticos?
Todo esto para decir que a veces nos cuesta horrores cambiar nuestra forma de hacer e incluso tenemos dificultad para tomar decisiones.
Si estás revisando tu proyecto y sientes que te enredas una y otra vez en los mismos circuitos mentales, si terminas el día agotado de pendulear durante horas entre una opción y su contraria, JUEGA. Abre la puerta.
No venimos a presentarte el Dixit como la purga de Benito pero esta baraja o cualquier otra colección de imágenes, combinada con el azar pueden ayudarte a ver más allá de tu Avecrem cotidiano.
Te presentamos cómo lo hacemos nosotras pero si te apetece inventarte otro método puede ser aún mejor. Recuerda que la creatividad llama a la creatividad.
1. Identificar la pregunta.
Ejemplos:
- ¿Qué dolores tiene este proyecto?
- ¿Qué lo está bloqueando?
- ¿Cuál es el mejor camino a seguir?
- ¿Qué cosa nueva podría introducir?
2. Tirada de tres cartas.
Barajamos y ponemos tres cartas al azar sobre la mesa. Las contemplamos como si formaran una historia o frase. ¿Qué nos dice?
Si estamos con un socio o compañero mejor que mejor, podemos elaborar la respuesta juntos, fijándonos en los colores, lo que nos transmite, si hay relación entre las cartas o falta de ella. Hagámoslo sin juicio. Probemos. Dígamosle al otro qué nos llega de su interpretación.
Si alguna carta nos intriga particularmente podemos sacar otra del mazo para ampliar la información.
3. Ayudarnos a elegir entre varias opciones
Si se trata de elegir entre varias opciones podemos también colocar todas las cartas del mazo boca arriba y seleccionar una para cada opción que manejamos. Otra que te represente a tí y otra a tu proyecto.
A continuación las colocamos en la mesa como nos surja, sin pensarlo mucho, y una vez dispuestas, las describimos. Hablamos de cómo nos hacen sentir, si nos gustan o nos incomodan. Podemos explorar qué pasa si las cambiamos de posición, si las acercamos, alejamos o eliminamos.
No hay forma correcta o incorrecta de hacerlo, recuerda que se trata únicamente de que te sirva.
¿Por qué funciona?
- Porque las imágenes pueden llegar donde el intercambio verbal tiene un tope, ya que con la misma información podemos tejer un argumento y su contrario hasta el infinito. ¿Te suena esto de tejer y destejer eternamente?
- Porque es un juego y cuando jugamos se activa nuestra creatividad, que puede estar embotada por las preocupaciones y las creencias.
- Nos fuerza a hacer nuevas asociaciones, que sólo podemos construir con lo que tenemos dentro. Así accedemos a contenido velado, el típico “tú en el fondo lo sabes”.
Si tu organización quiere trabajar con nosotros para resolver alguno de estos problemas, puedes ponerte en contacto con nosotros en info@sehaidoyamama.com
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