Nuestras mentes trabajan siguiendo patrones, atajos y modelos para facilitarnos la vida, pero de vez en cuando no está de más realizar algún ejercicio para salir de la trampa que en muchos casos suponen estos automatismos.
Es por eso que hoy os proponemos convertir las restricciones en una fuente de innovación y creatividad a través de una serie de juegos basados en la ausencia de “algo”.
Los juegos de restricción.
“Reimagina tu negocio en un mundo donde no se puede viajar”, este es un claro ejemplo de lo que muchos empresarios y emprendedores están enfrentando ahora mismo. Algunos no sobrevivirán y otros se significarán de formas que ni siquiera creyeron posibles.
Te propongo que reflexionemos juntos sobre tu oferta de servicios con el objetivo de identificar patrones. Al inicio dirás “No se puede”, pero si paras durante unos minutos e intentas resolver el rompecabezas, empezarás a ver que la propia restricción se convierte en un pieza clave en la generación de soluciones creativas.
No hay salida:
Imagina que nunca pudieras vender tu negocio y nunca te pudieras retirar. ¿Qué cambios introducirías en tu empresa? ¿Qué cambios harías en tu vida?
Cuando realizamos este ejercicio con fundadores de compañías, les preguntamos al final de la sesión cuántos de ellos han decidido que no quieren vender y no se quieren retirar. Alrededor de 20% de ellos levanta la mano. Este es el patrón. Ir del “Ni de broma” o “Es demasiado duro” al “Puedo responder a esta encrucijada de una manera en la que mi negocio y yo estemos mejor”.
Sentemos las bases:
Con el objetivo de probar la teoría de que utilizando este tipo de ejercicios te sentirás más energetizado con tu negocio y más optimista en general, debemos pintar una línea que nos sirva como punto de partida y así medir tu nivel de optimismo hacia tu empresa en este momento.
En una escala de 0 a 10, siendo 5 neutral ¿cuán optimista te sientes sobre lo que queda de año?
Escribe tu número en un papel y guárdalo, volveremos a él más tarde.
He seleccionado seis juegos teniendo en cuenta el momento que vivimos, así que si te parece vamos a empezar.
Escenario 1: Un mundo sin trabajadores a jornada completa
Imagina que tu negocio cuenta solo contigo y no puedes contratar a nadie a jornada completa. En caso de necesitar ampliar el equipo tendría que ser a través de colaboradores que desaparecerán una vez terminado el proyecto.
¿Con qué personas o perfiles buscarías? ¿Qué cambios tendrías que realizar para poder trabajar de esta forma? Si las personas son intercambiables, ¿cómo te aseguras de que tu negocio sea único y que tenga una propuesta diferenciadora?
Una vez que hayas terminado el ejercicio, puedes jugar a una versión alternativa en la que puedes mantener al 10% de la plantilla a jornada completa. ¿Qué roles destinarías a tu equipo y cuáles a tus colaboradores?
Escenario 2: Un mundo sin pitch de ventas
Somos muchos los que nos hemos preguntado ¿cómo vender si no podemos relacionarnos en eventos, ferias, networkings o viajar? La respuesta es clara; nunca ha habido un mejor momento para dejar de lado los discursos enfocados a la venta.
Si no pudieras lanzar tu pitch para conseguir proyectos o mejorar tu negocio ¿Cómo conseguirías nuevos clientes? ¿Qué herramientas o estrategias utilizarías en su lugar?
Escenario 3: Un mundo sin ejecución o producción del servicio
Imagina que no puedes producir trabajo para tus clientes. En nuestro caso, por ejemplo la limitación sería no poder diseñar elementos visuales. Solo está permitido, educar, aconsejar y entrenar.
¿Cómo sería tu negocio? ¿Cómo lo monetizarías? ¿Trabajarías con el mismo tipo de clientes o necesitarías ajustarlo? ¿Qué más tendrías que cambiar?
Escenario 4: Un mundo donde sólo hay productos
Imagina que tus clientes en lugar de comprar tu servicio, solo pudieran comprar productos o servicios paquetizados. La personalización no está permitida. ¿Qué productos (digitales o físicos) o qué servicio paquetizado crearías? ¿Cómo conseguirías escalar el negocio para que fuera rentable? ¿Qué otras implicaciones tendría?
Ejercicio 5: Multiplica tu ingresos por 10 en 3 años
Este ejercicio es del fundador del Strategic Coach, Dan Sullivan. Parte de la hipótesis de que para duplicar o triplicar tu volumen de negocio a menudo es suficiente con aumentar el esfuerzo o la eficiencia dentro del mismo modelo de negocio. Sin embargo esas herramientas no te servirían para multiplicarlo por 10. Y hace la siguiente analogía:
Si te mudas de casa en la misma ciudad donde resides quizás puedas llevarte todas tus posesiones contigo (2x), sin embargo si la mudanza la haces al otro lado del mundo, lo más probable es que tengas que dejar la mayoría de tus posesiones atrás (10x). De la misma manera, si quieres multiplicar las ventas por diez, es posible que tengas que cambiar tu modelo de negocio.
Si tuvieras que multiplicar por diez tu éxito (ventas, beneficio, audiencia, etc) en los próximos tres años, ¿Cómo lo harías? ¿Cómo sería tu empresa?
Seguro que puedes incorporar alguna de las soluciones de ejercicios anteriores.
Ejercicio 6: Comprar un negocio o fusionarse.
Estás obligado a comprar un negocio ¿Qué tipo de negocio, sumado a tu empresa actual, te ayudaría a tener mejores resultados? Imagina si te es más sencillo, que todas las empresas están a la venta a precios que nunca más volverás a ver. ¿Cómo es la nueva empresa?¿Estás cubriendo alguna carencia de tu actual negocio? Considera antes de tomar la decisión, cómo crees que tu sector y mercado pueden cambiar en los próximos años.
Las ideas que has generado al realizar estos seis ejercicios tienen un valor incalculable y te pueden ayudar a adaptarte en los tiempos que corren. Donde a lo mejor antes no veías una salida, espero que ahora al menos vislumbres un camino. Y aunque esto es solo el principio, apuntar estas ideas y trabajarlas puede ayudar a tu negocio a salir de un aprieto. Dedícale tiempo a revisar las implicaciones de tus ideas favoritas, compártelas con otros para que te aporten su punto de vista. El mercado y tu tesorería decidirán si necesitas adaptarte, pero al menos ahora tienes numerosas ideas sobre cómo podría ser ese cambio.
¿Ha habido algún cambio en tu nivel de optimismo?
Utilizando la misma escala que antes (0-10) ¿cómo de optimista te encuentras ahora?
¿Has descubierto un nuevo mercado al que servir? ¿Una nueva forma de vender tus servicios?
Tu realidad externa no ha cambiado pero te has acercado de forma creativa a diferentes retos y quizá esto te haya ayudado a que tu nivel de optimismo suba.
Si tu organización quiere trabajar con nosotros para resolver alguno de estos problemas, puedes ponerte en contacto con nosotros en info@sehaidoyamama.com
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