Compartimos contigo ocho pistas que pueden elevar la calidad de la sesión de Brainstorming:
- Mantén al juez a raya.
Ya sabemos que este workaholic tiende a infiltrarse aunque no se le invite. Recuerda que hay que invocar al niño que llevamos dentro, esta vez los tutores a casa. - Usa un lenguaje afirmativo.
Lo que en teatro de improvisación se llama el “Sí y a huevo”. Es decir, partimos de que todas las opiniones son potencialmente valiosas y les damos alas, transformamos el Pero en Y, los Noes en Síes. - Busca la cantidad, no la calidad.
Por una vez pon el foco en la producción y suelta lo primero que te venga, evita los silencios, pensar demasiado, eso sí, sin atropellar a otras personas. Respetando el turno de palabra. - Celebra especialmente las ideas locas.
Tuyas y de otros compañeros del equipo. Eso alentará al niño que llevas dentro a sacar lo más imaginativo que pueda ofrecer. - No te vayas del tema.
Éste es el mínimo cauce que sí debes poner a tu río. Procura acotar el tema y rectifica sin perder energía si sientes que te has ido. - Prueba distintos terrenos.
Una vez hayas terminado con las palabras, o intercalándolos con ellas, haz dibujos o cualquier esquema/diagrama de carácter visual. Puedes incluso plantear una ronda de mímica. Con suerte además, te reirás. - Enriquécelo con juegos.
Concédete el tiempo de jugar, pide a un miembro del equipo que diga una palabra que no tiene nada que ver con el tema, por ejemplo “caballo” y busca las asociaciones forzadas. Haz que otro miembro del equipo convenza a los demás de por qué lo tratado se parece a un caballo. Siempre que sigas en foco con el tema, abre la ventana al disparate. A lo mejor sale a la luz alguna idea latente que estaba agazapada. - Haz una recogida en el momento.
Aunque es bueno dejar este caldo de ideas reposar, haz la recogida inmediatamente. Una pequeña labor de recopilación evitará que se olvide algo valioso.
Como todo en esta vida, la lluvia o tormenta de ideas requiere práctica. Para unas personas será más sencillo que para otras dejarse llevar. Si sientes que no es lo tuyo no te desanimes. Es un recurso valiosísimo y al alcance de todos, sólo necesita un poco de entrenamiento y un espacio seguro.
En Se ha ido ya mamá adoramos acompañar y guiar en esta fase del proceso. Como facilitadoras en procesos de estrategia de marca, hemos observado que esta fase moviliza recursos muy valiosos y que es tan importante como la lucidez que deberemos aplicar después para el desarrollo de la marca.
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