M. C. Escher

M. C. Escher

Los diseñadores tendemos a escribir, claro, como diseñadores. Nos extendemos mucho hablando sobre nuestras creaciones o hablamos demasiado poco, utilizamos tecnicismos… prácticas que no nos ayudan a comunicarnos con los clientes y el público en general.

Por ello William Bostwick, que se dedica a escribir sobre diseño, comparte con nosotros algunos trucos. Hay cosas que pueden ser útiles, mi única reserva es si en EEUU, donde él vive, se entiende la comunicación de la misma manera, quiero decir, a lo mejor en Europa lo de que nos cuenten “historias” y hablar en primera persona puede no ser adecuado en según qué casos.

A valorar con sentido común:

1. Utiliza tus habilidades. Como diseñadores tenemos la capacidad de abstraer lo complejo, lo mismo sucede con la escritura. La misma capacidad debería poder utilizarse aplicada a las palabras en lugar de las imágenes. Recurre a un esquema fácil de resolver: ¿para quién es? ¿cuál es la idea principal? ¿que piezas estoy presentando? ¿qué es lo que quiero decir?… y se te lías con algo no insistas, toma otro camino.

2. Evita tecnicismos. Puede que hablar de “adobismos” te parezca la única forma de expresarte con propiedad, pero recuerda: no pieses que la otra persona debería saber más sobre el terreno en que tú te mueves. Lo complicado no es sinónimo de profundo o esencial.

3. Cuenta una historia. Cuando hablas sobre uno de tus trabajos, piensa menos en lo que “es” y más sobre “cómo sucedió”. Será más fácil de leer.

4. No tengas miedo de exponerte en lo que escribes. Escribe en primera persona. Esto te ayudará a evitar los tecnicismos y acercará los conceptos abstractos a personas que no tienen el mismo entrenamiento que tú imaginando o proyectando.

5. No escribas demasiado. No hables por hablar, para “engrandecer” lo que has creado. Casi todo lo que escribes puede y debe reducirse en un 10% de palabrería.

Y para leer el original, mucho más extenso y sin filtros pincha aquí.